Trata de bebés: La reacción o el suicidio
La adopción como el modo de prohijar legalmente desaparece día a día en Argentina, siendo reemplazada por la apropiación de hijos de mujeres pobres.
Como buitres, los tratantes de bebés esperan un nacimiento para robárselos y manipularlos a su placer en tres zonas liberadas del territorio argentino y cientos de otros en el mundo entero que conforman una industria: la trata de bebés. Los destinos de esta “materia prima” son variados: Cumplir roles de hijos en distintos lugares del mundo, ser incorporados a la pornografía y la prostitución infantil, para el desguace de órganos, para utilizar sus genitales para la carga de sustancias prohibidas, para sexo oral de parroquianos en bodegones, para la mendicidad o para la utilización de sus cuerpos en ritos satánicos.
La complicidad de los gobiernos, por acción o por omisión son un aval y hacen posible que esto ocurra y vaya creciendo al punto que se ha transformado en una verdadera industria: la compra venta de recién nacidos.
La Sociedad entera permanece indiferente ante esta situación razón por la cual nos viene bien recordar la historia de un fotógrafo, Kevin Carter por cuanto guarda una similitud espeluznante con la actitud de nuestra Sociedad que tan sólo lee de pasada una de las desgracias más grandes de la Humanidad como es la compra venta de sus hijos. Carter finalmente se suicidó, la Sociedad deberá tomar la decisión si ésto es lo mejor, o simplemente reaccionar.
La historia de un fotógrafo…que sólo se limitó a cumplir con su deber
https://www.youtube.com/watch?v=DA9ICbxyNU4
Escribió Julio César Ruiz