Ver para creer, una condición humana
La pasividad con que la Comunidad del Mundo en general y de la Argentina en particular observa el incremento de los abusos sexuales contra niños, ya por aquel terrible criterio de que: “eso ocurre lejos de nuestra casa”, o que: “nunca nos tocará a nosotros”, es el peor de los males de nuestra época.
Esto es así por que no existe Sociedad, ni Soberanía, ni Justicia, cuando el Cuerpo de un Pueblo mira lo que pasa a su alrededor y no asume que su salud se ha roto y que ese “estado de enfermedad”, le impedirá reconstituirse como Organismo Vital, por no querer saber, o no entender sobre el mal que lo afecta.
Ello nos lleva, a naturalizar estos hechos que antes eran repulsivos a nuestra condición humana.
Seguramente ese estado, pueda romperse escandalizando a la Comunidad, porque conmociona y puede hacernos recapacitar sobre que algo está mal y saber, que con mi decisión individual puedo terminar con esa desgracia humana.
Eso podría hacer zozobrar el status quo y regresarnos el estado de repulsión que nos causaba de que un niño no está preparado, para recibir en su cuerpo, ni en su espíritu, infamias contrarias a la madurez, que aún no ha logrado.
El creciente robo de bebés, la supresión de sus identidades, nos da la pauta que estamos viviendo en un país sodomizado, extraño a nuestros sentimientos, alejado de lo que merecemos, pero lamentablemente, las mayorías que eligen autoridades los continuamos eligiendo.
De los niños robados de Argentina, sabemos que no todos son llevados a cumplir roles de hijos en familias, sino incorporados a destinos inconfesables, como las industrias de la pornografía y la prostitución infantil, pero, hablar de ello es tan cruel, que no hay, corazón capaz ni siquiera de admitirlo.
Es muy difícil mostrar en imágenes, las que nosotros como investigadores vemos a diario en el chequeo de pornografía infantil para detectar caras de agresores y denunciarlas, que a su vez respete el decoro y la sensibilidad de las personas, y a su vez satisfaga la necesidad humana de ver para creer.
Como no nos resignamos a ello, creemos haber encontrado una imagen, que completada con una breve explicación, puede describirnos sin dudas la realidad que queremos contar.
Es la de una nena, de seis años, mostrada en un video en un sitio para pederastas. Estos depredadores pagan su participación con tarjetas de crédito, que muestra el momento al que a la niña le comunican que va a ser violada, cuestión que se hace en vivo.
Permita que sus ojo la vean, que su corazón la perciba y reaccione con el sentimiento que le provoque en este instante. Admítalo, siéntalo, dígalo, grítelo… ayúdenos a escandalizar y definir, si ese es el mundo en donde los argentinos queremos continuar viviendo.
Recuérdelo…robar un niño en Argentina no está tipificado en el Código Penal Argentino como delito, al menos hasta hoy, 26 de marzo del 2023.
Escribió Julio César Ruiz