(Video) Ellos nunca pudieron decir…
Si los abusos sexuales que sufrí cuando niño, al menos sirvieran para despertar las conciencias dormidas de los Buenos, eso ya sería perfecto.
Ningún niño abusado puede decir, lo que sentimos cuando nos abusan, parecerse y asimilarse a una cosa, a un objeto del abusador, que nos utiliza el cuerpo para no entendemos qué. Cuando somos grandes y tan sólo en algunos casos, podemos comprender, …pero ya es tarde, ese daño se produjo y no nos queda más que perdonar, para poder salvarnos y resucitar.
Siempre, absolutamente siempre hay que creerle al niño o niña cuando nos lo dicen y cuando no, tan sólo bastará mirarle los ojitos para comprender que están sufriendo.
Cambiamos de conductas, nos da miedo la oscuridad, nos hacemos pis en la cama, comenzamos a andar mal en la escuela, nos peleamos con los amiguitos, de repente nos abrazamos a nuestra mamá y la sorprendemos diciéndole que la amamos y le rogamos que nunca se vaya a morir. A veces, mirándola en silencio rogamos nos escuche el grito interior que no podemos decir.
Eso somos nosotros y así nos sentimos cuando estamos en los brazos y en las piernas del abusador…observe…compréndanos, denúncielos las veces que pueda…nosotros, nunca podremos decirlo…por que él, nos tiene aprisionados, como muñecos, estáticos y desesperados, que a él le servimos para no sabemos qué.
Escribió Julio César Ruiz