En el Nombre del Padre
Revelan que curas de la Iglesia belga abusaron de 488 chicos
Lo afirma un informe de una comisión nombrada por la institución católica. Fue entre 1950 y 1980.
Trece de las víctimas se suicidaron.
Hay 102 religiosos señalados como culpables. La denuncia complica el próximo viaje del Papa al Reino Unido.
Un informe escalofriante de 200 páginas fue presentado ayer en Bruselas por el presidente de una comisión independiente nombrada por la Iglesia de Bélgica. El titular, un psiquiatra infantil, Peter Adriaenssens, dijo que los relatos terribles que recibió demostraron que 13 de los 488 niños y niñas violados por curas pedófilos entre 1950 y 1980 se habían suicidado por los traumas creados con el pasar de los años.
La comisión fue creada por la Iglesia para que investigara los casos de abusos sexuales sobre menores en Bélgica. La comisión recibió 327 denuncias de hombres y 161 de mujeres, más otras 19 que no fueron registradas porque se las consideró insuficientes. De esas denuncias, fueron corroboradas 488. Al menos 102 religiosos , la mayoría pertenecientes a congregaciones, fueron considerados culpables de los abusos. Las denuncias incluyeron no sólo sacerdotes sino también docentes de religión y acompañantes de los pequeños en diversos movimientos juveniles católicos.
La mayoría de los hombres que denunciaron los abusos tenían entre 10 y 14 años, pero hubo también víctimas de 2, 4 y 5 años . Las mujeres tenían más edad. El 70% de las víctimas que hicieron las denuncias tienen hoy entre 40 y 70 años. La mitad de los clérigos abusadores han muerto, según se estima, y los peores episodios de violencia fueron cometidos en los años ‘60. El doctor Adriaenssens dijo que se notó una gran disminución de los casos en la mitad de los años ‘80.
“Prácticamente ninguna diócesis y ninguna orden religiosa han quedado exentas de casos de abusos sexuales cometidos por sus miembros”, afirma el informe.
La comisión presidida por el psiquiatra infantil renunció el 28 de junio después de que la policía belga allanó la sede central de la Conferencia Episcopal, que estaba reunida, y secuestró carpetas que contenían 475 casos. La Iglesia belga y el propio Papa protestaron por lo que consideraron un abuso. La policía y los fiscales que tomaron la iniciativa dijeron que temían que los obispos belgas “taparan” las denuncias. Incluso fueron abiertas varias tumbas, donde se creía que podían haber sido ocultadas pruebas de los abusos cometidos en el pasado.
El profesor Adriaenssens dijo ayer en rueda de prensa que el informe de 200 páginas está repleto de “testimonios espantosos”.
La prensa señaló que 124 “sobrevivientes”, según el término utilizado por la misma comisión, aceptaron que sus testimonios ante la comisión fueran incorporados al informe publicado pero respetando el anonimato de las fuentes. “No se habla aquí de simples acosos sexuales.
Hubo casos de sexo oral y anal, de masturbaciones recíprocas” . Adrianenssens dijo que, pese a la renuncia de la comisión, continuarán las investigaciones “hasta el final”, que seguramente agregarán casos más recientes.
Una mujer contó que a los 17 años fue víctima de abusos por un sacerdote y, cuando pidió ayuda a su obispo, en 1983, éste le aconsejó que no hablara.
“No le hagas caso y él te dejará en paz” , le dijo.
Las repetidas revelaciones en los últimos tiempos han causado una honda impresión en un país con mayoría católica. En abril debió renunciar el obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, quien admitió que durante años abusó sexualmente de un sobrino, incluso después de haber sido consagrado como episcopal.
Ante la enorme gravedad de las denuncias publicadas en el informe, el arzobispo André–Joseph Leonard, designado este año, dijo que propondrá nuevas iniciativas para combatir los abusos, castigar a los responsables y aliviar a las víctimas de los pederastas.
Muchos se preguntan cómo es posible que la Iglesia haya extendido un pesado velo de silencio y ocultamiento de tantos casos gravísimos. “Estábamos mal informados, no conocíamos la magnitud de las cosas y el hecho de que las víctimas estaban heridas por el resto de sus vidas”, dijo el obispo de Tournai, Guy Harpigny, encargado por la Iglesia de los casos de pedofilia.Los escándalos han dañado la reputación del cardenal Godfried Danneels, antiguo primado, quien renunció acusado de haber escondido muchos casos, poniendo la cuestión de la “buena imagen” por delante del dolor de las víctimas.
Fuente Clarin 11.09.2010