(Video) Porqué el Vaticano encubre a curas pederastas

Septiembre del 2012

Sacerdote Justo José Ilarraz, acusado de abusar a más de 50 seminaristas en Paraná, Entre Ríos, Argentina

El sacerdote Justo José Ilarraz, que estuvo a cargo de la parroquia del barrio Ñuñorco, en Monteros, en la provincia de Tucumán durante 10 años, está acusado por abuso sexual de al menos 50 niños seminaristas de entre 12 y 14 años, que estudiaban en el Seminario de Paraná, Entre Ríos, entre 1984 y 1992.

Monseñor Juan Alberto Puíggari

Monseñor Juan Alberto Puíggari, arzobispo de Paraná, escuchó el primer testimonio de abuso y le planteó el tema al actual cardenal Estanislao Esteban Karlic, que tenían conocimiento, pero, ninguno de los dos denunciaron estos hechos a la Justicia, tan sólo enviaron al pederasta a estudiar al Vaticano y luego lo destinaron a Tucumán.

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A partir de una investigación que hizo el periodista Daniel Enzpara la revista “Analisis Digital”, se pudo saber que los abusos se produjeron durante varios años, y que son al menos 50 las víctimas, aunque se sospecha que podrían ser cerca de 80.

Ilarraz era el encargado de recibir a los niños, que en su mayoría provenían de familias campesinas y, con la excusa de “contenerlos” y “calmar sus angustias por la separación de sus seres queridos”, perpetraba los abusos, según la publicación. A cambio de su silencio, les ofrecía “privilegios”, desde golosinas hasta viajes al exterior, de acuerdo con lo que relataron las víctimas.

Arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca

El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, que viajó a Salta para asistir a la Fiesta del Milagro, fue consultado por LA GACETA y respondió -a través de su secretario- que no está al tanto del caso. El obispo José María Rossi, a cargo de la diócesis de Concepción, de la que depende Monteros, exactamente la base del pederasta, no pudo brindar información debido a que sus múltiples ocupaciones se lo impidieron según sus dichos.

Obispo de Concepción, Monseñor José María Rossi

El Arzobispado de Paraná,  Puíggari, admitió la gravedad de la situación y manifestó su malestar a través de un comunicado que expresa: “Las últimas noticias periodísticas reavivan nuestra profunda vergüenza e inmenso dolor por faltas gravísimas cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo, con su ejemplo y enseñanza”.

En 1993, según publicó “Análisis”, se inició un Juicio Diocesano, donde declararon decenas de jóvenes, que revelaron los abusos a los que eran sometidos por Ilarraz.

Karlic y Puíggari, no denunciaron el caso, pero mandaron a Ilarraz al Vaticano por un año, donde escribió un trabajo sobre el futuro de los niños “Los niños: nuevos misioneros para nuevos tiempos” y terminó su licenciatura en Misionología.

Hace pocos meses, un grupo de curas de Paraná, junto con algunas de las víctimas y ex seminaristas, le reclamaron a la Iglesia que expulse a Ilarraz y que haga la denuncia judicial.

Ayer, Jorge García, procurador general del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, dispuso la apertura de una causa judicial de oficio en torno a los casos denunciados.

Nota de la Fundación Adoptar

¿Porqué el Vaticano esconde a curas pederastas?

Un documento secreto de la Iglesia Católica: Crímenes Solicitationis

A pesar de los pedidos de disculpas del Papa Benedicto XVI por los abusos sexuales contra niños por parte de sacerdotes pederastas y las sumas millonarias que está pagando la Iglesia Católica, Apostólica y Romana en concepto de indemnización a las víctimas, ahora adultos, continúan encubriendo estos crímenes.

Pero, si un pederasta, más que un médico, un abogado, un maestro, un padre de familia, un sacerdote es un delincuente, primero de todo, me preguntó ¿no le convendría más a la Iglesia Católica entregar a la Justicia a este tipo de reos para su juzgamiento civil y penal como en cualquier otro caso? ¿Porqué la Iglesia se obstina en disimular las aberraciones sexuales contra niños ejecutados por estos forajidos en contra y a pesar del desmedro que sufre la institución? ¿Porqué motivo asume semejante riesgo, frente a la pérdida de autoridad moral permanente que viene sufriendo y a la cantidad incalculable de sectas que pululan por todos lados, reemplazando efectivamente la contención que han perdido en aquella?

Una de las respuestas, es ésta:

Benedicto XVI, cuando era Cardenal, confeccionó y le hizo firmar a Juan Pablo II un manual, instruyendo a los obispos de todo el mundo católico, sobre cómo se debía tratar el caso de los sacerdotes que fueran denunciados por pederastía. Las consignas básicas eran y continúan siendo: Evitar el escándalo, no colaborar con la Justicia del lugar que se trate y cambiarlo al sacerdote de sede inmediatamente.

La BBC de Londres, hizo un informe muy particular, que usted, debe conocer:

Reflexiones

• El abuso sexual de menores no solo es un delito en el derecho canónico, sino un crimen que viola las leyes penales en la mayoría de los pueblos civilizados del mundo.
• Cuando monseñor Rubén Salazar, colombiano, expresa:  “El sacerdote es frágil ante un mundo tan erotizado” está reconociendo lo que yo desde niño creí que era una gran estafa: Los sacerdotes no son representantes de Dios en la Tierra, ya que jamás, un mortal puede significar, ni personalizar la Inmaterialidad, Inmortalidad y Perfección de un Ser Supremo.
• Hoy, Benedicto XVI es Papa y Juan Pablo II fue beatificado, primer paso para su santificación.
• En Tucumán tenemos identificado a un sacerdotes que tiene en su haber niños abusados, que en estos momentos está como director de catequesis, de una Iglesia céntrica, al cual no podemos denunciar públicamente por cuanto desaparecieron de Tribunales los frondosos antecedentes al respecto y las víctimas, ya adultas no quieren declarar.
• Por ésto y por mucho más, tenga cuidado con los niños, los pederastas de hecho, están en todo lugar, en general donde hay niños. Le recomendamos la editorial: Cómo neutralizar a un pederasta

Escribió Julio César Ruiz