Textos escolares o incitación a la pornografia
A mediados del período lectivo 2013, en la provincia de Córdoba el Ministro de Educación de la Nación, cabeza de Alberto Sileoni, envió unos libros para ser repartido en las escuelas primarias.
Esta sería una buena noticia, pero en realidad no lo es, ya que el Ministerio de Educación de la provincia mesopotámica, debió intervenir urgentemente para impedir la circulación de un texto, que para ese entonces ya había sido entregado a varias escuelas.
Entregar libros también es bueno y ésto nadie lo duda, pero, estos textos enviados por la Nación para ser entregados gratuitamente a niños de escuelas primarias son de historietas pero con contenido de violencia y sexo explícito, donde se muestra relaciones sexuales grotescas heterosexuales, homosexuales, de zoofilia y hasta de necrofilia.
En uno de los comics denominado “La oveja sanguinaria”, se muestra una escena en la que un hombre mantiene relaciones sexuales con una oveja, mientras en otra aparecen escenas de sexo oral entre dos mujeres
También fueron repartidos en la provincia de Mendoza que obligó a las autoridades a una urgente intervención para que se deje de hacer entregas de este material a los niños.
Osvaldo Calvente, director de la Escuela Técnica 4-108 Guillermo Villanueva, de Maipú de Mendoza, se mostró indignado con lo que encontró en las cajas que le mandaron desde la Nación.
El maestro contó que fueron las bibliotecarias las que revisaron los textos y hallaron dentro de sus hojas los dibujos en los que se muestran tanto a hombres como a mujeres desnudas teniendo relaciones con animales
Entre los libros que mostró Calvente se encontraba un ejemplar de “El Inspector Justo” de Sanyú, un libro de historietas policiales con escenas de alto voltaje sexual.
Los ejemplares son ediciones especiales preparadas por el Ministerio de Educación de la Nación y también hay otros títulos como Sin novedad en el Frente, de Patricia Breccia, o el libro de Peter Capusotto. “Entiendo que esto no puede llegar a los chicos mediante una escuela. No sé cuál es la idea del Ministerio de mandar estos libros, que aportan seguramente muchas cosas pero no lo que hace falta en un colegio”, dijo el educador.Y agregó: “Hay imágenes que denigran a la mujer. No sé quién puede haber dicho que este es un material adecuado para la formación de un adolescente”, agregó anonadado.
Por su parte, una vocera de la Dirección General de Escuelas de Mendoza explicó a Diario Uno que son las propias instituciones las que tienen que decidir si los libros que manda la Nación son correctos para que sean estudiados por los alumnos. “Para eso hay gente capacitada y hay bibliotecarios que cumplen esa función. La DGE sólo interviene en algunos casos, como sucedió con los cuadernillos de educación sexual, pero a los colegios llegan cantidades de libros que no pasan por la supervisión de nosotros sino que es responsabilidad de la institución”. (¿?)
Ahora, veamos algunas hojas del libro que logró llegar a varios niños de Córdoba y Mendoza, con una reflexión final…
Esto no puede ser un accidente ya que con la adecuada atención del cargo que ocupan estos funcionarios se podría haber previsto, más aún cuando se supone que nosotros los padres dejamos en custodia a nuestros hijos para que los instruyan, no para que influencien de esta manera y lejos de nuestro control.
Al Ministro de Educación de la Nación Alberto Sileoni y funcionarios de su cartera se los podría acusar de varios delitos, tales como: incumplimiento de deberes de funcionario público, apología del delito, falta de idoneidad para el cargo como precepto constitucional…pero la grosería de sus acciones me recuerda más a que en mi barrio, a este tipo de gente, les llamábamos peloTudos.
Escribió Julio César Ruiz