“El terror a ser padre de la niña Bakker” (Primera temporada)
Ficha técnica de la serie
Estreno: Abril del 2020
Escenario: Villa Giardino, Córdoba y Cañuelas, Buenos Aires
Sinopsis de la serie
El compromiso que por temor asume Juan, padre de Carolina, lo obliga a comprarle, con dinero mal habido, un bebé para que no perciba la frustración que le podría provocar su esterilidad.
Personajes
Juan Carlos Bakker como el padre
Carolina Sofía Bakker como la hija
Gustavo Ugarte como el matón
Daiana Fazio como la esposa del matón
Martin Rizo como juez de la causa
Jorgelina Gomez como fiscal de la causa
Jesús como el dueño de la fotocopiadora
Resumen
Juan Carlos Bakker, tiene 84 años, vive en Villa Giardino, de la provincia de Córdoba, Argentina.
A los 37 años tuvo una hija, a la que llamó Carolina. Cuando nació, sobre su cuna juramentó que tanta maravilla, jamás merecería un NO como respuesta a cualquier cosa que deseara. Probablemente pensó que esa era una buena manera de recibir la recompensa de ser querido, el agradecimiento de haberlo convertido en padre o el terror por tanta responsabilidad.
Siempre Juan vivió bajo la sombra de aquel compromiso, que se agigantaba con cada gesto, retozo, jugueteo o travesura de la pequeña Carolina, que prometía ser la protagonista de una novela que jamás tendría un final.
Nunca sufrió un no como oposición que le hubiera provocado alguna insatisfacción. La negación, no formaba parte del acuerdo hecho con su propia sangre, desde el primer día de nacida.
La vida de Carolina transcurrió sin sobresaltos.
Cuando llegó a su estado de mozuela se vio estimulada a buscar un novio, como cualquier adolescente. Necesitó tan sólo dos pretendientes para decidir que nunca conseguiría alguien mejor que Juan.
Cuando llegó el deseo de tener un hijo, la Naturaleza es la que le dio su primer NO. Visitar médicos, tratamientos y pruebas tan sólo le sirvió para confirmar su esterilidad.
A pesar de su primer fracaso y ya con 47 años, sabía que aunque anciano, su padre le debía por siempre lo que le había juramentado. Esa fue la fuerza, que le generó una genial idea.
Buscó conseguir un hijo a través de las redes sociales. Rápidamente entabló una relación con un matrimonio de Cañuelas, Buenos Aires que ofrecía en venta su hija que nacería en 7 meses.
Transformada su esterilidad en una cuestión de dinero, todo resultó más fácil. Propuso tal odisea y con tal de ver sonreír a su hija, Juan comenzó a pagar cada cuota que le correspondía, hasta el nacimiento de la nena, como los progenitores le habían prometido.
A pesar de su edad, Carolina guardaba para Juan el mismo encanto esencial que tenía en aquella cuna, era estéril como una recién nacida y no conocía, por falta de madurez, el límite que existe entre el bien y el mal.
Llegó el día del nacimiento y Carolina viajó a Cañuelas a buscar el producto adquirido. Por culpa de la pandemia, aunque lo había intentado, no había conseguido quién le hiciera un servicio puerta a puerta.
Cuando llegó, el marido matón de la vendedora le exigió más dinero que el convenido para entregarle la pequeña: …“¡¡¡y que sea en dólares!!!” le gritó mientras Carolina, buscaba un lugar apartado para hacer la llamada que sabía le calmaría la decepción.
El diálogo con Juan duró segundos… “¿Cuántos dólares te pide el hijo de puta?”: “3.200 papá”. La respuesta, no por espolear, era la que todos esperábamos: “Tranquila querida, no los tengo, pero enseguida te los consigo”.
Juan en realidad no tenía ese dinero, pero sí el terror de no poderlo conseguir. Recordó que en un pequeño cofre del placar, guardaba un billete amarillento de 100 dólares que nunca había necesitado. Corrió hacia la librería del barrio y le hizo fotocopiar a Jesús, tantas reproducciones como las que fueran necesarias para alcanzar la suma solicitada.
Cuando el matón recibió el dinero, desde la vereda del Hospital de Cañuelas, le ordenó a su mujer que le entregara la nena.
Fue el día más feliz de Carolina. Furtivamente y a pesar de los controles por la pandemia, transcurrió más de 1.000 kms de regreso a su casa en Giardino. Antes de entrar, meneando ostentosamente el paquete que llevaba en sus brazos, le dijo a su padre que ansioso esperaba apoyado en el marco de la puerta principal: “¡¡¡Papá te hice abuelo!!!”.
El matón no consustanciado con este tipo de moneda, tardó dos días en advertir que le habían pagado con plata falsa. Llamó a la policía, quién detuvo a Carolina en su domicilio y le quitó lo que con tanto esfuerzo había conseguido.
Ficha complementaria del final de la primera temporada
Carolina, como corresponde en un país como Argentina, donde el robo de bebés no es delito de trata de personas, nunca recibió sanción alguna y continúa viviendo en la casa de su protector.
Juan tampoco sintió que se le modificara en algo su vida. No existe prueba alguna que él haya sido el autor intelectual del fotocopiado de los billetes, aunque luego lo reconociera a través de la televisión pública.
El marido matón no está involucrado, por cuanto declaró que su mujer quiso vender a sus espaldas a su hija a una desconocida de Córdoba, a pesar que cobró por ventanilla del Banco Nación, durante siete meses los depósitos de dinero que le giraba Juan, en cumplimiento de lo pactado y haber sido el titular de la denuncia a la policía, no por el robo de su hija sino por la estafa que sufrió con los dólares falsos.
La esposa del matón, aunque está en libertad es acusada por la fiscal por falsa denuncia, falso testimonio y supresión de identidad, ya que logró que el Registro Civil de Cañuelas le confeccione la Partida de Nacimiento de la nena como si Carolina fuera la madre biológica.
La beba recién nacida está bajo “la protección” de las autoridades de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, delegación Córdoba (SENAF) institución ésta, involucrada en varios casos de robos de bebés sin ningún tipo de investigación.
Carolina continúa exigiendo a su padre el cumplimiento la promesa que le hizo al nacer, ahora con una nueva imposición…que le consiga la devolución de la bebé sino se suicida.
Por supuesto que todos estamos seguros que su vida no corre peligro, ya que para salvarla, siempre está Juan, el protagonista principal de su vida.
Por ahora este es el último capítulo de esta serie. Los productores analizan grabar la segunda temporada, dado el éxito que tiene el robo de recién nacidos en Argentina.
Le recomendamos ver dos avances de la serie, que les mostrará los aditamentos necesarios de una novela policial sin límites de sexo, matones, mafias, policías y funcionarios corruptos, violencia, abandono y la comercialización de recién nacidos, que está supliendo al instituto jurídico de la adopción y usted como espectador, no debe privarse de aplaudir.
La detención de Carolina Sofía Bakker
Juan relata como una travesura el fotocopiado de los dólares. Luego se auto incrimina en el hecho delictivo, contando cómo y cuánto pagó por la beba.
Escribió Julio César Ruiz