Cuando era niño, nadie me creyó
Una vez, en un auditorio importante de Córdoba diserté sobre el abuso sexual infantil.
Al concluir, alguien me dijo que bueno sería que un niño abusado nos relatara el sufrimiento de haber sido abusado. Le respondí que eso sería imposible, que sería una re victimización, que no podíamos ser tan crueles.
A partir de allí, pensé que sería bueno, que yo, ya siendo viejo, relatara con total libertad la mortificación de un niño, niña o adolescente vulnerado de esta manera.
Vaya mi voz en representación de todos aquellos pequeños que quizá nunca tendrán la oportunidad de contar lo que significa esta aberración, que muchas veces, cuesta comprender.
Escribió Julio César Ruiz